“Dark Sector es un juego altamente violento y con un gran impacto visual que incluye decapitaciones y desmembramientos acompañados de largos chorros de sangre, por tanto no es un título recomendable para que personas menores de 18 años puedan jugar”, ha declarado mediante nota oficial el departamento regulador en Australia, la OFLC.
Por su parte, Adam Zweck, de la distribuidora que debía llevar Dark Sector a las estanterías de las tiendas australianas, ha expresado su total desacuerdo con la decisión afirmando que están trabajando para encontrar el modo de que los jugadores australianos puedan disfrutar del juego de Digital Extreme.
Dark Sector es el enésimo videojuego que no ve la luz en Australia. El año pasado le tocó el turno a Soldier Of Fortune: Payback, así como en su día los juegos Reservoir Dogs, Mark Ecko’s Getting Up o Grand Theft Auto III y Grand Theft Auto: San Andreas también fueron censurados.
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